SÍNDROME DE GILES DE LA FOURETTE
      Puesto que se ha resultado extremadamente laborioso hallar un tema relacionado con la genética que no se hubiera tratado en el blog con anterioridad, a continuación, procederé a la explicación de una enfermedad hereditaria ligada al sexo notablemente llamativa, el síndrome de Fourette.
       Se trata de una patología neuropsiquiátrica y hereditaria, estrechamente ligada a la genética, descubierto en 1885 por George Giles de la Fourette(1859-1904), médico e investigador francés que difundió el descubrimiento del síndrome mediante la publicación de nueve casos particulares de pacientes de dicha enfermedad. No obstante, ya en 1825, el también doctor francés Jean Marc Gaspard Itar había descrito la experiencia de una noble, la marquesa de Dampierrre com afectada por el síndrome.
          El síndrome de la Giles de la Fourette es fácilmente reconocible dado que los síntomas esenciales son la aparición de múltiples tics, de índole tanto motora como fónicos y vocales. Dichos tics aumentan y disminuyen característicamente y suelen suprimirse durante ciertos períodos de tiempo a pesar de que el paciente, lógicamente, carece de control alguno sobre ellos. La respuesta motora o fónica involuntaria llevada a cabo por el organismo del afectado suele ser precedida de un impulso premonitorio que, en función de las características del tic en cuestión, puede ser perceptible o no. Entre los síntomas motores más comunes se hallan muecas, parpadeos, encogimientos de hombros o sacudimientos de cabeza. Con respecto a los tics vocales, cabe destacar la coprolalia, posiblemente el más sugerente, también conocido como “lenguaje obsceno compulsivo”, consiste en la pronunciación continua y plenamente involuntaria de frases y palabras escatológicas o pertenecientes a un marcado lenguaje soez. Este síntoma, de carácter deshinibidor, afecta a un porcentaje inferior al 10% de pacientes del síndrome de Tourette y es considerado un clinoformismo, es decir, una alteración de una patología que, al igual que sucede con la esquizofrenia, produce efectos considerablemente, más severos que habitualmente. También cabe citar la ecolalia, trastorno derivado del síndrome de Tourette que impulsa al paciente a reproducir y repetir una frase o palabra que haya sido pronunciada por otra persona en su presencia. Ambos tics, debido a su impacto en el entorno, suelen producir una degradación de la vida social e incluso familiar del afectado como consecuencia de la naturaleza inapropiada o molesta de los síntomas. La tos y el carraspeo son tics fónicos más leves, aunque comunes.
 
       Los tics se suelen reproducir de manera idéntica, reiterada e involuntaria, a velocidades y frecuencias muy variables en función de la sintomatología y del grado de la enfermedad que padezca el paciente. Además, dichas respuestas motoras o fónicas incontroladas pueden ser de naturaleza transitoria o crónica, esto es, aunque se suelen manifestar antes de los dieciocho años, siendo la infancia la etapa en la que más se intensifican, cabe la posibilidad de que se mantengan en la edad adulta. Por consiguiente, a pesar de que el síndrome de Tourette ya no es considerado una enfermedad rara, la manutención de los síntomas en adultos sí que lo es, debido al ínfimo porcentaje de casos en los que se produce. Afortunadamente, este padecimiento no afecta a la inteligencia o la esperanza de vida aunque actualmente la padecen entre el 0,4% y el 3,8% de los niños cualquier grupo étnico y de cualquier sexo, aunque los varones lo sufren unas 3 o 4 veces más que las mujeres, valor que, como se tratará más adelante en esta entrada, está vinculado a la herencia genética. Pese a que existen variantes de esta enfermedad cuyos tics ostentan una intensidad que asciende a muy grave, grave o que se reduce a leve, la mayor parte de los casos son moderados.
       No obstante, los tics no son las únicas manifestaciones de dicha enfermedad neurológica. De hecho, el síndrome de Giles Tourette puede desembocar en obsesiones, compulsiones, depresiones o hiperactividad debido a los perjuicios ocasionados en el cerebro.
       
        La causa real de dicha patología se desconoce, aunque las múltiples investigaciones apuntan a ciertos daños en diversas zonas del cerebro como se puede apreciar en la imagen anterior. Se relacionan especialmente con este padecimiento las lesiones en los ganglios basales, lóbulos centrales y la corteza cerebral. En consecuencia, la sintomatología varía en función del área afectada en la proporción que se muestra en la imagen. También se considera que determinados tics están vinculados a ligeras alteraciones en conexiones neuronales, especialmente en neurotransmisores como la dopamina, serotonina y norepinefrina. Un dato curioso es el descubrimiento de una potencial relación con la sensibilidad al gluten no celíaca debido a la documentación de un caso en 2015 de remisión del síndrome por la supresión del gluten en la dieta.
    La evidencia de investigaciones genéticas sugieren que es hereditario de modo dominante y que el gen (o los genes) involucrado puede causar un rango variable de síntomas en los distintos miembros de la familia. Una persona con este síndrome tiene una probabilidad del 10% de transmitirle a uno de sus hijos el gen o los genes. A pesar de la dominancia que se estima que ostenta el gen del síndrome de Tourette, existen individuos, portadores de dicho alelo dominante en cuyo fenotipo no se manifiesta la enfermedad o lo hace en un grado menor en forma de trastorno obsesivo-compulsivo o déficit de atención.  Por otra parte, es evidente que es una enfermedad hereditaria ligada al sexo ya que si la descendencia de un paciente lleva el gen es varón, el riesgo de desarrollar los síntomas es de 3 a 4 veces más alto. Por ello, se cree que el gen que determina dicha patología se encuentra en el cromosoma X dado que, al ser los hombres heterogaméticos, XY, las probabilidades de que se manifieste del alelo del síndrome de Tourette es superior al de las mujeres, homogaméticas, XX.

        Sin embargo, a pesar del carácter hereditario de la enfermedad, existen ciertos individuos, denominados casos esporádicos, en los que no se puede establecer herencia y cuya causa es desconocida.
         El tratamiento de la enfermedad se lleva a cabo en dos frentes. Por un lado, se suele administrar medicación a los pacientes para controlar los tics cuando estos interfieren en gran medida en su vida cotidiana. Por otra parte, también suelen necesitar psicoterapia para poder tratar los posibles problemas emocionales que pueden derivarse de ella. También se usa la terapia cognitivo conductual, es decir, la contribución al desarrollo normal de las capacidades sociales y psíquicas del paciente, para ayudar al individuo al control de los tics, la impulsividad y las compulsiones que suelen asociarse a este trastorno. Los grupos de apoyo también son muy útiles en el tratamiento de la enfermedad. Sin embargo, es muy común que el individuo evoluciones favorablemente a medida que avance en edad.
      Por otra parte, desde mi punto de vista, resulta esencial la toma de consciencia social acerca de esta enfermedad dado que la degradación de la vida social es muy común entre los afectados. Por otro lado, aunque los tics no ostentan un origen psicológico, el estado anímico puede influir considerablemente en la conducta del paciente y agravar los síntomas que, además, son más visibles cuando el paciente se halla en un lugar público.
      Para concluir, como curiosidad, me gustaría mencionar que algunos de los personajes que a través de la historia han sufrido este síndrome son el director W. A. Mozart, Samuel Johnson, Howard Hughes o Dan Acroyd, entre otros.
       A continuación, os dejo un complemento audiovisual para los interesados y curiosos.
GERMÁN JOSTEN MUÑOZ
VÍDEO
BIBLIOGRAFÍA

1 comentario:

  1. Bueno Germán... has conseguido sorprenderme de nuevo!! Increíble este extraño síndrome... la idea de una "verborrea incontrolable y obscena" me ha parecido un síntoma brutal. Tampoc0 sabía que había personajes famosos con dicho síndrome. ¿ Y la relación con la celiaquía...? En fín, un tema para seguir investigando. Magnífica entrada. Gracias!!

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