LA HEMOFILIA

LA HEMOFILIA

El otro día estaba hablando con mi madre de que el tema del que quería hablar principalmente en esta entrada, era algo complicado y que no solo dependía de los genes heredados del padre y la madre. Entonces sin saber cómo, surgió el tema de la hemofilia y ella comentó que solo podían padecerla los hombres. Yo entonces le puse una cara que era una mezcla de indignación por lo que acababa de decir y de satisfacción y de marisabidilla por qué yo sabía que le acababa de dar una patada a la genética. Inmediatamente la corregí: “Mamá eso es imposible”. Ella volvió a decirme que las mujeres tan solo podían ser portadoras. Ambas estábamos convencidas de que teníamos razón y entonces comenzamos a investigar cada una por su cuenta.

La hemofilia es un gen recesivo que se encuentra en el cromosoma X. Es causada por una alteración en los genes F8 o F9 que producen, respectivamente, el factor VIII (FVIII) y el factor IX (FIX) de la coagulación, se trata de una enfermedad producida por la deficiencia de uno de estos factores en el sistema de coagulación.  
En algunas páginas como la de la Federación Española de la Hemofilia pone que las mujeres son las portadoras y los hombres los que sufren la enfermedad. No aclaraba si las mujeres podían padecerla y yo ya estaba empezando a entrar en dudas.

Entonces recordé el árbol genealógico de las familias reales del mundo. Me di cuenta de que no había ninguna contagiada del virus que fuera una mujer, que todos eran hombres y que evidentemente había muchas mujeres portadoras. La gran causante de ello: La Reina Victoria de Inglaterra. Con sus nueve hijos hizo que se extendiera la enfermedad en las casas reales de otros países.

Finalmente y tras mucho buscar, leí que no es que no pudieran padecer las mujeres esta enfermedad, sino que es más complicado que la padezca alguien cuyo sexo es femenino (XX) a alguien de sexo masculino (XY). La explicación realmente es sencilla: Un hombre padece la hemofilia automáticamente si su madre lo es (complicado) y tiene un 50% de posibilidades de padecerla si su madre es portadora, ya que no puede quedar dominado por un cromosoma X no hemofílico, ya que su otro cromosoma es Y. Las mujeres para ser hemofílicas, deben tener a la fuerza un padre hemofílico y una madre portadora (donde tendría un 50% de probabilidades de ser hemofílica y otro 50% de ser portadora) o pueden tener también un padre y una madre hemofílicos (la niña tendría el 100% de posibilidades de padecer la enfermedad). 
Los hombres al no tener la posibilidad de tener el gen de la hemofilia en “un segundo plano”, suelen padecer mucho más que las mujeres esta enfermedad, tanto que ya muchas webs empiezan a modificar la realidad de la hemofilia. Algo que si es verdad, es que cada vez más las mujeres que sufren esta enfermedad, padecen menos síntomas de esta, hasta el punto de a veces convivir con ella sin siquiera saberlo.


TIPOS DE HEMOFILIA
Una vez aclarada mi duda he continuado buscando a cerca de esta enfermedad cromosómica ligada al sexo. Algo que yo no sabía era que había varios tipos de hemofilia:
Hemofilia A: Es la más común y de la que se ha hablado anteriormente.
Hemofilia B: Es algo menos común. El factor IX es uno de los factores de coagulación. La hemofilia B es el resultado de la incapacidad del cuerpo para producir suficiente factor IX. Sigue heredándose genéticamente.
Hemofilia C: Es la más rara de todas y se suele dar en judíos principalmente. En este caso es el factor XI que se encuentra en el cromosoma 4 el que no “funciona”. Se transmite en un patrón autosómico y se transmite de padres a hijos. Una curiosidad es que pueden presentarse los síntomas en individuos heterocigotos y homocigotos.

TRATAMIENTO
El tratamiento de esta enfermedad está muy desarrollado hoy en día.  Se inyecta el factor de coagulación necesario al torrente sanguíneo utilizando una aguja. El sangrado se detiene cuando una cantidad suficiente de factor de coagulación llega al sitio que está sangrando.
Es necesario actuar muy rápidamente, ya que la enfermedad puede llegar a ser mortal. Lo malo de este tratamiento es que el factor coagulante que se inyecta suele ser plasma o sangre, y es necesario conservar los productos en sitios con una temperatura y  presión adecuadas, lo que quiere decir que no se puede llevar siempre en una mochila o en un bolso.
A demás de la complicación del transporte de este recurso, el tratamiento es costoso y no mucha gente se lo puede permitir.

Pienso que esta enfermedad está ya algo olvidada y no nos damos cuenta de lo mal que lo está pasando mucha gente con esta enfermedad. Al tenerla cada vez menos gente, los tratamientos cada vez son más caros y las empresas se aprovechan de los que peor lo pasan. Por desgracia no podemos evitar la enfermedad, pero podemos poner todos nuestros medios para ayudar a la gente con ella y colaborar para que se investigue más a cerca de esta.
Dejo un vídeo en el que se resume todo lo dicho anteriormente y que a demás cuenta con un corto testimonio de una chica con la enfermedad:



BIBLIOGRAFÍA



1 comentario:

  1. Ana... me alegro que llevaras razón, aunque a una madre siempre hay que darle la razón, jeee. Aunque la hemofilia es un tema conocido tu aportación me ha resultado muy interesante por que has aportado información que desconocía. Muy bien sintetizada y clara la exposición de la información. Gracias por tu entrada!!

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