Vestigio Humano


Cuando hablamos de vestigios humanos nos referimos a aquellas partes anatómicas o rasgos del pasado, que a día de hoy aún se puede denotar en ciertas personas. Pero antes de mostraros todo el legado que hemos heredado durante millones de años de evolución, me gustaría dejar en claro la línea evolutiva humana



Así es como popularmente vemos nuestra evolución a lo largo del tiempo, pero esto es totalmente erróneo. La evolución no es un proceso tan simple como nos muestran, la evolución es un proceso por el cuál las especies se reproducen, sufren mutaciones, muchas morirán y otras se adaptarán al entorno para sobrevivir. También hay que entender que nos muestran la escala evolutiva de una manera genérica y simple, hay en su totalidad 28 especies, y en la anterior imagen (y en la mayoría) nos muestra el género del Australopithecus, los tres primeros, luego el cuarto es un Homo Erectus (el eslabón anterior está erguido, pero es debido a un error de concepto, esta especie de Homo no fue tan peludo), luego avanzamos hasta el Homo Neanderthalensis y llegamos al Homo actual, el Homo Sapiens Sapiens,y cada uno de estos géneros podrá tener más de una de subespecie. Por último, y como broche final a la introducción me gustaría añadir que todas las fotos que encuentres del proceso evolutivo siempre poseerán un error común, este error es el color de piel ¿sorprendente no?, hasta 2007 todos pensábamos lo mismo, pero un grupo de antropólogos norteamericanos realizó un estudio sobre el gen de la piel humana, determinaron que el humano pasaría a tener la piel blanca entre 12.000 y 6.000 años AEC (ante de la era común),para hacernos una idea, supongamos que el cambio se produjese en el 6.000 AEC, entonces solo habría una diferencia de 3.000 años (que en un aspecto evolutivo no es nada de tiempo) con la civilización del Antiguo Egipto, por error pensábamos que nuestra piel tornaría al blanco que se muestra en las reconstrucciones alrededor del año 40.000 AEC, esto podría ser explicado con el caso de los nórdicos, estos emigraron desde la Península Arábiga (ya que es el conector entre África y el resto de mundo) con una piel negra, pero el entorno con el que se encontraron no les favorecía nada, las personas con una piel clara se adaptan con mayor facilidad a las condiciones oscuras, porque la piel es capaz de asimilar la luz solar y producir la vitamina D, sumado a que se encontraban en latitudes donde un color menos llamativo/vistoso tiene mayores ventajas. Con esto ya explicado y aclarado creo que ya podemos dar paso al tema central de esta entrada.


Detector de Químicos: 
Empezaremos con algo que a su vez sea simple e impactante, me refiero al órgano vomeronasal o de Jacobson, este es un órgano que permite detectar a través del olfato ciertas sustancias químicas, como las feromonas y ciertas hormonas, ¿esto que significado tiene biológicamente?, pues bien, como todos sabemos durante la menstruación se sintetizan muchas hormonas (como los estrógenos) por lo que nuestros antepasado podrían detectar esta época de celo para proceder a la fecundación, esto lo que causaría sería una reproducción por etapas, lo que provocaría partos semi-simultáneos, todas las hembras de una tribu estarían más indefensas por lo que se pondría en riesgo la posibilidad de apareamiento y a la vez la supervivencia humana, por otro lado en los animales como los perros este órgano aún sigue activo y funcional, esto les otorga la capacidad de poder reconocer el sexo de otros individuos de su especie y la época de celo. De este vestigio humano se consigue entender el porque de dos frases hechas muy populares “El amor está en el aire” y “Oler el miedo”, esta última a causa del sudor que segregamos en situaciones de pánico.

Escalofríos: 
El siguiente vestigio que veremos es la conocida “piel de gallina”, esta reacción es causada por los escalofríos, los cuales tuvieron la función de erizar nuestro pelaje con el fin de hacernos ver mas grandes e imponentes, después que consiguiésemos posicionarnos en la cúspide de la cadena alimenticia los escalofríos como tal perdieron su razón de ser principal.

Vitamina C: 
El factor por el que no somos capaces de hacer la biosíntesis de la vitamina C es debido a que en el último paso crucial de la síntesis las células humanas son incapaces de realizar tal labor, por ello, años más tarde del descubrimiento de esto se determinaría que el gen que codifica la enzima responsable del trabajo de síntesis esta presente en nuestro organismo, pero no está activo debido a la acumulación de mutaciones que lo convirtieron en un gen no funcional. Pero, sabiendo la importancia que tiene la vitamina C (es esencial para la vida) ¿como pudo la selección natural no dotarnos de lo necesario para su producción?, es más, los sujetos que careciesen del gen que codificase la enzima habrían tenido menos posibilidades de sobrevivir pero pasó todo lo contrario, ellos sobrevivieron y los que si la tenían se extinguieron. La falta de biosíntesis de Vit. C no está del todo clara, pero se puede llegar a una conclusión lógica, en el pasado nuestra dieta era más equilibrada de lo que es hoy en día, por lo que comíamos tanto verdura como fruta (la vitamina C se encuentra en esto último), la deficiencia de Vit. C causa el escorbuto, una enfermedad mortal que se produce en vertebrados que no sintetizan la vitamina C cuando su dieta es pobre en esta vitamina, la inclusión de la Vit. C explica por qué nuestros antepasado sin síntesis de esta no se extinguieron, ya que encontraron una compensación efectiva de las mutaciones en el gen que codifica la enzima. Aún sabiendo esto, todo es una especulación, existen varias hipótesis que argumentan el porque de la pérdida de la capacidad de síntesis.

Tercer Párpado: 
Si nos miramos enfrente de un espejo podremos observar que en la comisura de los ojos hay un pliegue translúcido (no confundirlo con la carúncula lagrimal), el cual es un vestigio de la membrana nictitante o mejor conocida por el nombre de tercer párpado. Esta cualidad ocular se encuentra presente en reptiles, aves o incluso tiburones, el “párpado” es translúcido debido a que su función es humedecer el ojo mientras no se pierde visión teniendo un recorrido de extremo a extremo horizontal. Se sabe que el único primate que mantiene esta característica es el Arctocebus.

Mover las orejas: 
El acto de mover las orejas esta predeterminado por tres músculos que a día de hoy son prácticamente inútiles, pero en un pasado lejano solíamos mover las orejas con el propósito de detectar mejor el origen de los sonidos, algo esencial para la supervivencia. Este rasgo aún se puede ver en nuestras mascotas, por nuestra parte, hemos evolucionado lo suficiente para que nuestros músculos sean capaces de captar el origen del sonido sin necesidad de mover las orejas.

Músculos:
El músculo Levator Claviculae está situado en la espalda por debajo del cuello y tan solo está presente entre el 2% y 3% de la población y lo más curioso es que fue descrito por primera vez por Leonardo Da Vinci, junto al Palmaris Lungus, (un tendón situado en la muñeca que solo es visible si el pulgar se coloca sobre el meñique y se recoge la mano) son unos músculos que nos brindaron facilidad al trepar árboles y una gran fuerza de agarre.

Para concluir el texto, tengo que admitir que me he centrado principalmente en los vestigios principales y más interesantes, pero no cabe duda de que el cuerpo humano está marcado por la huella de nuestras antepasados y que sin lugar a duda hay muchos órganos vestigiales que no han sido tratados en este post.

Por último, y no por ello menos importante, un GIF sobre la evolución del rostro humano.
El vídeo de dónde he extraído este fragmento se llama "Shaping Humanity"


Bibliografia:

1 comentario:

  1. Muy interesante tu entrada Carlos. Muy bien sintetizada la información. Me resulta muy llamativo la diversidad de funciones que hemos ido perdiendo a lo largo del proceso evolutivo

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