¡JO, QUE BICHOS!: Gambas limpiadoras





A más de uno nos sorprendería sin duda la visión de un mero, de un serrano de arrecife o incluso de un enorme y peligroso tiburón galano dejándose limpiar dócilmente las escamas, las agallas, o incluso el interior de la boca, por otro pez diminuto, que no muestra temor alguno por las grandes fauces del gigante.

Si buceásemos por los arrecifes coralinos del mar Rojo o del Índico y el Pacífico, lo más probable es que el pececillo fuera un lábrido limpiador común (Labroides dimidiatus), especie caraterística que, además de por su abundancia, destaca por estar siempre dispuesta a prodigar sus cuidados de limpieza, incluso algunos submarinistas que se interesan en sus pautas de limpieza.


¿CÓMO IDENTIFICARÍA EL ¨CLIENTE¨A SU LIMPIADOR Y VICEVERSA?
Al igual que otros lábridos limpiadores, L. dimidiatus se anuncia a sus «clientes» o huéspedes con su dibujo a rayas y nadando con un distintivo movimiento vertical. Ellos, establecen verdaderas estaciones de limpieza; territorios fijos donde los huéspedes son desparasitados a conciencia. Los clientes expresan sus necesidades higiénicas adoptando varias formas de comportamiento (abertura de las agallas y de la boca, extensión de las aletas y cambios bruscos de coloración, o incluso adoptando posturas de espasmo)
Los cambios de color del huésped, en concreto, pueden ser espectaculares; así, por ejemplo, el pez cirujano de Aquiles, que por lo general exhibe una librea negra con vivos tonos naranjas, puede tornarse azul brillante cuando se hace limpiar por L. dimidiatus.

¿QUÉ CARACTERÍSITAS TIENE EL ¨LIMPIADOR¨?
Es fácilmente distinguible: de color naranja, con una banda longitudinal roja en el dorso, a la que se superpone una banda blanca más estrecha. Puntos blancos típicos en la cola, tres pares de largas antenas blancas, y parte anterior de las finas tenazas blanca . La línea blanca de la espalda roja se interrumpe al principio del telson. Tiene un tamaño de hasta 6 cm.
El L. amboinensis normalmente sufre una muda cada 3–8 semanas y su esperanza de vida es de unos 3 años. Se clasifica como organismo omnívoro.

¿DÓNDE SE PRODUCE LA LIMPIEZA DEL ¨CLIENTE¨?
Se ha podido observar que los peces con parásitos acuden a "estaciones de limpieza" en los arrecifes. Al igual que los enfermos que se apretujan en la sala de espera del médico, no es raro que los peces huésped se amontonen haciendo cola frente a la estación de limpieza. Esto sucede, sobre todo, con las especies que viven en bancos, aunque, entonces, es posible que no todos los peces del banco necesiten ser limpiados por el lábrido, y que los que no sufren picazones se limiten a acompañar a la «consulta del dermatólogo» a sus congéneres parasitados.

¿QUÉ RELACIÓN TIENEN?
Además de ejercer una activa función higiénica, los peces limpiadores no sólo extraen los parásitos externos, sino también los tejidos enfermos o dañados por otros peces que les sirven de alimento al igual que los pequeños crustáceos que mortifican a sus huéspedes. Así pues, la relación entre limpiadores y clientes es, en principio, simbiótica (tanto los primeros como los segundos extraen beneficios), pero resulta que además, se alimentan de la mucosidad corporal que protege su piel de la infección por gérmenes patógenos. 

-SARA CAMACHO LEÓN-.

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