Hablamos y hablamos sin parar esperando la respuesta del otro e incluso a veces no paramos de hacerlo (ejem...), pero nunca hemos pensado por qué lo hacemos, y por qué somos los únicos que lo hacemos en el mundo.Gracias a un grupo de investigadores, tenemos la respuesta.
Un equipo de neurocientíficos del MIT y de varias universidades europeas han hallado una mutación genética que se produjo hace más de medio millón de años y que realmente ha sido muy importante y decisivo para nuestra existencia, concretamente para que los humanos desarrollaran su capacidad única en la naturaleza de crear y entender el habla y el lenguaje, es decir, de poder comunicarse mediante un lenguaje codificable que ha hecho que nuestras vidas y el planeta hallan evolucionado.
La versión humana de un gen llamado Foxp2 es capaz de transformar nuevas experiencias y sucesos vividos en procedimientos rutinarios. Para confirmarlo y por tanto comprobarlo los científicos insertaron este gen a ratones, los cuales aprendieron mucho más rápido a salir de un laberinto que los ratones normales y poseían mayor capacidad de formar nuevas sinapsis o conexiones entre neuronas.
Este gen permite a los humanos traducir dichas experiencias y por tanto es el responsable de que al enseñarnos un lápiz y nombrarlo de tal manera lo guardemos en nuestra memoria y sepamos diferenciarlo en adelante.Según Ann Graybiel, profesora del MIT, miembro del Instituto McGovern de investigación cerebral y principal autora del estudio: "El gen que nos hizo posible hablar está relacionado con una especial forma de forma de aprendizaje que nos lleva a formar asociaciones automáticas conscientes basadas en los objetos que nos rodean”.
Todas las especies animales se comunican con sus congéneres, pero solo los humanos pueden generar y comprender el lenguaje.
El gen adquirió gran importancia cuando en una familia con problemas en el lenguaje dicho gen había experimentado una mutación, provocando por tanto estas carencias del habla.
Creo que con este artículo queda claro que somos únicos como personas, pero somos únicos como especie, por lo que pienso que somos especiales y que este tipo de cosas tan sencillas a simple vista son las que no determinan como raza.
Está claro que a la especie humana le ha tocado la lotería más de una vez, ya decía yo que no nacimos sabiendo hablar. Desde luego, la comunicación es el pilar más grande de la sociedad de hoy en día, no me puedo imaginar el mundo sin ella. Además, si tratásemos de reaprender los nombres de los objetos en otro idioma, este sería más fácil de aprender que si lo intentamos relacionar con el español.
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