Imaginad
que tuviésemos en nuestro cuerpo unos diminutos robots que
acelerasen la curación de heridas o que eliminasen virus y tumores,
y que incluso permitiesen recuperar tejido muerto.
Pues
bien, dejad de imaginar, porque es posible que en no mucho tiempo,
tengamos a estos robots corriendo por nuestras venas.
Los nanobots son
máquinas, o robots, de dimensiones nanométricas que es una medida
ultra pequeña , comparada a la de un átomo.
La nanotecnología
es un campo de las ciencias aplicadas dedicado al control y
manipulación de la materia a una escala menor que un micrómetro, es
decir, a nivel de átomos y moléculas (nanomateriales). Lo más
habitual es que tal manipulación se produzca en un rango de entre
uno y cien nanómetros. Para hacerse una idea de lo pequeño que
puede ser un nanobot, más o menos un nanobot de 50 nm tiene el
tamaño de 5 capas de moléculas o átomos (depende de qué esté
hecho el nanobot).
También
llamado nanoagente, el término nanobot hace referencia a una máquina
en la escala de los nanómetros. La nanorobótica es la fabricación
de máquinas, o robots, de dimensiones nanométricas. De una forma
más específica, la nanorobótica se refiere a la todavía
hipotética ingeniería nanotecnológica del diseño y construcción
de robots. Otra definición, usada algunas veces, es la de una
máquina capaz de operar de forma precisa con objetos de escala
nanométrica. En Internet se define al nanobot como una nanomáquina
robot nanotecnológica (un robot nano), también llamado nanite, un
aparato mecánico o electromecánico cuyas dimensiones son medidas en
manómetros (millonésima parte de un milímetro, o unidades de 10^
(-9) metros).
Primera Generación
En un par de años
aparecerá la primera camada de nanosensores. Éstos serán capaces
de transmitir información desde el interior del cuerpo humano hacia
receptores ubicados en el exterior de cuerpo. Información valiosa
para el control de enfermedades crónicas o para combatir
infecciones. Por ejemplo una persona diabética podrá usar estos
dispositivos para ajustar su dosis de fármacos o que una alarma lo
alerte que ha comida demasiados pasteles. También veremos los
primeros fármacos de liberación prolongada altamente eficientes.
Fármacos que pueden mantener sus niveles en sangre constante y que
no requiera ser administrados más de una vez al día.
La posibilidad de
crear nanosensores que puedan detectar virus, bacterias, toxinas y
incluso células específicas será un gran avance en el diagnóstico
de enfermedades e incluso el tratamiento dirigido del cáncer. Se
logrará unir nanosensores específicos para células tumorales que
las sensibilizarán para que fármacos o terapias de radiación las
maten sin alterar las células sanas circundantes.
El último avance de
esta generación serán unos dispositivos que podrán crear moléculas
desde el interior del cuerpo. Tomarán los aminoácidos circulantes y
gracias a patrones preestablecidos serán capaces de sintetizar
moléculas, enzimas, hormonas, etc. Estos dispositivos, todavía no
nanométricos, ayudarán a transformar el cuerpo humano en una
máquina más eficiente aún. Éste será el avance más
significativo antes de pasar al siguiente nivel.
Segunda Generación
La técnica ya ha
logrado minimizar a estas máquinas al nivel nanométrico y la
capacidad de actuar. Aunque no inteligentemente, sí lo hacen gracias
a señales dadas desde un dispositivo emisor que actúa como jefe de
obras. Robots especializados serán introducidos a nuestro organismo
para cumplir misiones específicas: reparadores, destructores,
manutención, producción, etc.
Se
iniciarán los implantes de nanobots sobre fracturas o sobre órganos
dañados para que lancen y regulen las señales de reparación. Serán
capaces de reclutar más células reparadoras y pongan más material
a disposición de éstas para que hagan su trabajo. Serán la nueva
terapia para ayudar a parar hemorragias y recuperar heridas gracias a
su capacidad de formar vasos sanguíneos.
Luego
los científicos lograrán unir células madres a nanobots que
mejorarán las terapias que actualmente se encuentran probando y
tienen un par de indicaciones como tumores de médula ósea o
infartos cardíacos para recuperar el tejido cardíaco muerto.
Finalmente los últimos integrantes de esta generación serán los
nanobots que contarán con sensores que permitirán monitorear algo
específico, informar al médico tratante y éste gracias al informe
de los nanobots tomará una decisión que enviará al dispositivo de
control para que le ordene a los nanobots comenzar a actuar.
Probablemente a esta altura muchas de los tratamientos de este tipo
se realicen a través de telemedicina. Incluso es lógico pensar que
los teléfonos móviles de esos momentos serán capaces de captar
toda la información transmitida por los robots y enviársela a los
médicos.
Tercera Generación
El
último estadío de la evolución de la nanotecnología será el
desarrollo de la autoreplicación y la inclusión de IA (Inteligencia
artificial). Funciones superiores necesarias para trasnformar a los
nanobots en nanodocs. La autoreplicación es clave para la
efectividad de tratamientos masivos o al menos para pensar en robots
que mantengan un cuerpo humano. Para lograr mantener las funciones
vitales de un cuerpo es necesario un ejército de robots que viajen a
través de nuestros vasos sanguíneos, entren en los tejidos blanco y
realicen sus acciones. Además es necesario que tengan la capacidad
de mantener un número constante ante eventuales pérdidas o mal
funcionamiento. Es necesario que sean capaces de aumentar su número
en caso necesario y posteriormente autodestruirse para volver a un
“estado basal”.
El
otro elemento indispensable para la evolución es la Inteligencia
Artificial. Ya no necesitarán un dispositivo externo que decida por
ellos. Cada uno será capaz de detectar una alteración y ejecutar la
acción para la que están programados. En el caso de una infección
serán capaces de sintetizar anticuerpos específicos para el
patógeno o sensibilizar células inmunes para que ataquen un blanco
que normalmente no detectarían.
El
cuerpo humano cuenta con un sistema de autodestrucción de células
tumorales muy eficiente, pero este sistema se desgasta y sería ideal
contar con un sistema de respaldo ante eventuales fallos de nuestro
sistema protector.
Esta
claro que no requieren una IA muy avanzada, son solo patrones de
acción-reacción por lo que los paranoicos que piensan en que los
robost van a tomar control de su cuerpo pueden dormir tranquilos.
Aquí
las posibilidades se expanden exponencialmente. Se podrá usar estos
robots para prevención de enfermedades o para la curación. Los
nanodocs circulando por nuestro cuerpo nos mantendrían sanos y
ayudarían a mantener la vida por mucho más tiempo y en mejores
condiciones que las que conocemos actualmente con la posibilidad de
extender la esperanza de vida considerablemente. Las enfermedades
crónicas serían las más beneficiadas, las enfermedades autoinmunes
y las degenerativas cortarían de raíz el problema al destruir el
factor que las produce y al mismo tiempo reparar el daño. Los
traumatismos requerirán menos tiempo para su recuperación gracias a
la reparación dirigida por estos obreros nanométricos. Incluso
pacientes que ya presentan daño se podrán ver beneficiados por las
terapias con nanodocs.
Los
procedimientos quirúrgicos serán realizados por una inyección de
nanodocs especializados. Imaginad que las apendicitis puedan ser
destruidas desde dentro por los robots o que un cálculo puede ser
disuelto sin la necesidad de tener que pasar por una intervención
quirúrgica. Es importante clarificar que ninguna de estas
tecnologías se encuentra disponible ni en fase de pruebas. Faltan
todavía elementos importantes que constituyen las bases para el
desarrollo y proliferación de esta tecnología, pero las metas
están, la voluntad existe y sobre todo el dinero fluye
incesantemente hacia estos proyectos.
Comentad, ¿creéis que estos robots llegarán a existir algún día realmente? ¿Nuestra generación podrá beneficiarse de ellos?
Me ha dejado anodadado es artículo sobre la nanotecnología la verdad, es increíble lo que podrían hacer estos pequeños robots en nuestro cuerpo, desde reparar daños y colisiones en nuestro funcionamiento, tanto daños cerebrales, como psicológios.
ResponderEliminarMe ha llamado la atención sobre todo la inteligencia que habría que tener para crear semejantes aparatos electrónicos dotados de inteligencia artificial tan avanzada como para poder cambiar por completo nuestro cuerpo.
La Inteligencia Artificial gracias a nanobots podría ser brutal, con un campo impresionante de investigación a espaldas.
Según e entendido buscando en páginas de internet, en china ya hay personas muy especializadas en estos temas y que han estado investigando durante horas sin pestañear, hasta llegar a la conclusión de que si puede ser posible la creación de estos.
Es más ya han podido probar nanorobots con dos pequeños brazos adosados a los extremos, los cuales pueden coger átomos y manipularlos según les venga, ya transformando los materiales como configurando estructuras totalmente distintas unas de otras en materiales, manipulando los átomos podríamos cambiar las cosas que nos rodean por otras, es decir una pelota en una televisión o quien sabe que....
Espero que te haya servido de algo, espero que encuentres más información porque es un tema muy interesante