La Dorsal Atlántica. Islandia, cerca del infierno


La cordillera más larga del mundo está casi en su totalidad bajo el agua. Se trata de la dorsal Atlántica que se extiende desde Islandia hasta el Atlántico sur.

La cordillera Dorsal Mesoatlántica cuenta con algo más de 40.000 km de largo y 1593 km de ancho. Divide el fondo oceánico en dos grandes cuencas submarinas. La profundidad promedio es de 3340 metros, pero el océano tiene 4 profundas fosas o valles que llegan hasta más de 8500 metros de profundidad.

En las profundidades del mar las temperaturas del agua bajan, y cuanto mayor es la profundidad menor es la llegada de la luz del sol. A 3,000 metros la luz ya desaparece por completo transformándose en un lugar de oscuridad absoluta, frío y con una presión del agua que hace que la vida sea muy difícil de encontrar.

La mayoría de los peces de estas profundidades no tienen ojos y la densidad de sus cuerpos es muy baja, para poder soportar las tremendas presiones de toda la masa de agua que esta encima, sobre sus cuerpos.

La mayor parte de ésta cordillera está sumergida en el agua, pero hay ciertas islas que sobresalen de ella en Islandia, la isla Jan Mayan (Mar de Noruega), la isla Pico Alto (en las Azores), la isla Maine, Bermudas, San Pedro y San Pablo (Brasil) en el Atlántico Norte y las islas de Ascensión, Tristán da Cunha, Gough y Bouvet en el Atlántico Sur.


Islandia es la segunda isla del atlántico norte y es fruto de la incesante actividad geológica de la Dorsal Atlántica. Posee más de 300 volcanes, algunos de ellos activos todo el año, el Hekla entra en erupción bastante a menudo, el Laki tiene más de 100 cráteres, el 10% del territorio son campos de Lava. En 1963, un volcán en el lecho oceánico entró en erupción a la altura de la costa suroeste de Islandia y formó la isla de Surtsey.

Además es muy habitual encontrar fuentes termales que lanzan a presión agua a altas temperaturas. El más conocido de estos fenómenos se llama Geysir (del cual procede la palabra géiser), brota a intervalos irregulares (de 5 a 36 horas) y expulsa una columna de unos 60 m de altura. La mayoría de los edificios en el área de Reykjavík se calientan por este agua conducida a través de tuberías desde las cercanas fuentes termales al igual que se aprovecha para producción eléctrica.

Los primeros pobladores de Islandia fueron los Vikingos, pueblo navegante que consideraban que bajo su volcánica superficie se encontraba el Infierno. Celtas y Noruegos la comenzaron a colonizar en el siglo VIII debido a que su suelo es muy fértil y productivo.



Su capital es Rykjavik (en islandés “la Bahía de Humo”). Es un gran puerto donde se concentra casi la mitad de todos los islandeses. Debido a su nula inmigración los Islandeses son el grupo de seres humanos con mayor similitud de ADN. Su economía se basa en la pesca aunque comienza a ser un destino turístico singular. El ecoturismo y la observación de ballenas unido a la posibilidad de perderse del mundo entre volcanes y bañarse en piscinas naturales a 27º mientras observamos la Aurora Boreal hacen atractiva esta Isla.




Laura mb 

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