GENÉTICA MOLECULAR

                                                                      ALZHEIMER
La enfermedad de Alzheimer (EA) recibe su nombre debido a las contribuciones  científicas de Alois Alzheimer sobre un tipo de desorden neuropsiquiátrico. Las investigaciones de Alzheimer se basaron en establecer una correlación entre la sintomatología clínica de pacientes con este desorden, y la aparición de estructuras anómalas en el cerebro de los mismos. En su trabajo experimental a comienzos del siglo pasado, Alois Alzheimer observó mediante tinciones con plata de fragmentos de cerebro provenientes de autopsias de tales enfermos, la presencia de ovillos neurofibrilares. Estas estructuras fueron encontradas en el cerebro de pacientes que experimentaban un deterioro progresivo en sus funciones cognitivas y en su memoria, hasta llegar a un estado en que prácticamente no recordaban nada. Sin embargo, no se encontraban presentes en los cerebros post-mortem de individuos controles mayores de edad que no tenían tal dolencia.
Hoy en día, la EA representa la forma más común de demencia en personas adultas. La incidencia aumenta con la vida media de la población afectando entre el 47 y 50% de los mayores de 85 años. En las últimas décadas, la población mundial ha sufrido importantes cambios en su estructura por edades, sobre todo en los países desarrollados. Así, y debido al progresivo envejecimiento de la población mundial y al aumento creciente de la esperanza de vida media se estima que en el año 2020,tan solo en los países desarrollados, en torno a los siete millones de personas se vean afectadas por esta enfermedad (figura 1). Por todo ello el impacto no solo social sino también económico que esta enfermedad esta suponiendo para nuestra sociedad es muy grande.


La EA es un proceso neurodegenerativo múltiple del sistema nervioso central, que se caracteriza clínicamente por la perdida progresiva de la memoria a corto plazo y de la atención, seguida de la afectación de otras habilidades cognitivas, como el lenguaje y el pensamiento abstracto, el juicio crítico y el reconocimiento de lugares o personas. En las primeras fases de la enfermedad el impacto psicológico en el paciente es devastador, y en estadios avanzados, éste evoluciona a un mutismo casi absoluto con un deterioro progresivo de sus capacidades motrices pudiendo llegar a una total desconexión con el entorno, siendo incapaz de controlar sus funciones fisiológicas más simples.
A nivel histopatológico, la EA se asocia a la formación masiva de dos tipos de agregados proteicos: los ovillos neurofibrilares que se localizan en el interior de la neurona y las placas seniles en el espacio extracelular (figura 2).
Los ovillos neurofibrilares están formados por los filamentos pareados helicoidales (PHFs), estructuras anómalas de la neurona, cuya presencia provoca serios trastornos en la actividad de ésta que la llevan a una pérdida de su capacidad de transmitir mensajes nerviosos, y finalmente al proceso neurodegenerativo. Se sabe que las neuronas que contienen ovillos neurofibrilares pierden su capacidad funcional, y muchas de ellas mueren como se evidencia por la presencia de residuos neuronales que contienen dichos ovillos en el cerebro de pacientes con la enfermedad de Alzheimer.
Por otra parte, las placas seniles son estructuras esféricas localizadas en el espacio extracelular donde desplazan las terminaciones nerviosas. Se trata de conglomerados anulares de cuerpos y prolongaciones neuronales degeneradas en torno a un deposito central de un péptido de longitud variable (de 40 o 42 amino ácidos) llamado -amiloide (A).El depende de la ruptura enzimática de la proteína precursora de amiloide (APP).Tres enzimas son responsables de este proceso de ruptura. APP puede fragmentarse por acción de la - secretasa, seguida de la acción de la -secretasa. De manera que se genera fragmentos solubles de APP. Sin embargo, cuando sobre APP actúa en primer lugar las -secretasa seguido de la acción de -secretasa se libera los fragmentos de A (1-40)y A (1-42),poniéndose en marcha la ruta amiloidogénica.
Los ovillos neurofibrilares constituyen la principal lesión intraneuronal y se encuentran fundamentalmente en los cuerpos neuronales y dendritas apicales, aunque en menor proporción se detectan lesiones neurofibrilares también formadas por PHFs en dendritas distales como los filamentos de la neuropila y en neuritas distróficas que rodean los núcleos centrales de algunas placas del amiloide. Dichas estructuras anómalas de la neurona se forman principalmente a partir de tau ,una proteína asociada a los filamentos que forman el citoesqueleto neuronal.
En condiciones normales de la neurona, la proteína tau juega un papel fundamental en la modulación de la formación de los microtúbulos, polímeros claves de la arquitectura neuronal y que son además esenciales para mantener la dinámica del citoplasma, procesos de transporte en el interior de la neurona y en la formación del huso mitótico en células en división. Debido a una alteración de las señales regulatorias, tau deja de cumplir su papel en el mantenimiento de la estabilidad del citoesqueleto y se transforma en una proteína con una capacidad aberrante de asociarse consigo misma para formar polímeros intracelulares. Dichos polímeros de tau son los que se organizan en las estructuras helicoidales altamente resistentes de los PHFs.
Por otro lado, durante el proceso de degeneración neurofibrilar que caracteriza esta enfermedad se produce una perdida notable de la inervación colinérgica de la corteza cerebral, sobre todo en el hipocampo y en el neocortex. Se ha encontrado una disminución importante en los niveles de ciertos neurotrasmisores. Concretamente se ha notado una reducción considerable de los niveles de acetilcolina y disminución de la colinacetiltransferasa, lo que se ha relacionado con perdida de neuronas colinérgicas en regiones del cerebro que están implicados en los procesos de memoria y aprendizaje. Además se ha observado déficits en otros sistemas como el noradrenérgico, dopaminérgico y serotoninérgico.

Bueno espero que con lo que le acabo de comentar entiendad un poco mas sobre esta enfermedad sin cura. 

                                                                      Andrea Rodríguez González 

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