¡Muy
buenas chicos! He continuado investigando sobre las asombrosas e
increíbles relaciones que tienen muchos de los individuos en nuestro
planeta y que nosotros mismos desconocemos.
He
encontrado un caso de relación mutualista en la cual los individuos
que la experimentan se benefician el uno del otro sin afectar ni
perjudicar a ninguno de ellos.
EL
LAGARTO DE COLA ESPINOSA Y EL ESCORPIÓN
Los
lagartos de cola espinosa o también denominado uromastyx, es el
reptil
más típico del desierto africano.
Solamente vive en regiones de temperaturas
elevadas,
con vegetación relativamente estable y de escasa humedad. Este,
tiene una gruesa y espinosa cola, tal y como indica su nombre, con el
uso de ahuyentar a todo tipo de depredador que se acerque a su
madriguera. Pero con esta arma que posee, es imposible ahuyentar a
las manos humanas que están en busca de esta especie.
Para
ello, tiene un “fiel amigo”, el escorpión. El escorpión suele
alimentarse de insectos y lagartos excepto este tipo de lagarto que
lo “respeta”.
La
relación de mutualismo que existe entre estas especie consiste en
que el escorpión, desde la profunda y hueca madriguera del
uromastyx, protege al lagarto de cola espinosa de todo aquel
depredador del que no pueda defenderse. A cambio de esto, como
recompensa, el lagarto de cola espinosa recibe al escorpión en su
madriguera donde las temperaturas son algo más suaves. De modo que
dos especies distintas las cuales aparentan salir perjudicadas,
mantienen una “estrecha relación”, ¿no os parece increíble?
¡Me encanta y al leer esto aprendí un montón!
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