Tú obsesión te mata

El alcohol, junto al tabaco son una de las sustancias más cancerígenas que consumimos
voluntariamente, de las que sabemos cuáles pueden ser sus efectos en nuestro organismo
y de las que la población juvenil inicia el consumo a edades cada vez más tempranas;
estas sustancias constituyen, generalmente, la puerta de entrada a drogas ilícitas, más
fuertes, como la mariguana, la cocaína y otras.
Realmente ya sabíamos las consecuencias que podía generar el alcohol a nuestro
organismo pensante, pero…¿Cómo daña a nuestro cerebro exactamente?
Un estudio realizado por la Universidad de Texas en Galveston (EE. UU.), cuyos
resultados han sido publicados y difundidos por la revista científica Nature muestra cómo
el alcohol puede causar daño genético irreversible a la reserva de células madre del
cerebro, (las cuales son células indiferenciadas en el sistema nervioso central que tienen
la capacidad de especializarse cuando sea necesario) y derivar en cáncer.
Este estudio, en el que encontramos diferentes experimentos con ratones,  de laboratorio
expuestos al consumo de alcohol a largo plazo, el equipo utilizó las últimas técnicas
genéticas de mapa de destino celular inducible. Estos proporcionan un medio para observar
lo que les sucede a estas células a lo largo del tiempo, incluyendo cómo migran las células
y cómo se especializan.
Todo esto se basa en trabajos previos en el cual identificaron un producto de degradación
del alcohol, llamado acetaldehído (C2H4O), como una toxina que puede dañar el ADN
dentro de las células. Sin embargo, estos estudios utilizaron células en un vidrio de reloj
en lugar de seguir sus efectos dentro de un cuerpo.
El último trabajo ha mostrado que el acetaldehído causa daños permanentes si los efectos
de la toxina no son neutralizados por dos mecanismos naturales de defensa. El primer nivel
de defensa borra el acetaldehído (C2H4O)  y el segundo repara el daño del ADN.   
 Al “bloquear” genéticamente estas dos capas de defensa, los científicos pudieron
demostrar que el daño en el ADN se acumulaba hasta que las células finalmente dejaron
de funcionar por completo.                         
Además, los investigadores encontraron que los ratones hembra eran más susceptibles a
los efectos del exceso de alcohol que sus homólogos masculinos.                                    "Las hembras con etanol (C2H5OH) mostraron síntomas más graves de intoxicación y aumentaron su gravedad a una tasa mayor que los hombres", informaron los autores.                                                                                                       No solo eso, sino que el número de células madre también se redujo más significativamente en los cerebros de las hembras en comparación con los de los machos.         
"Probablemente el hallazgo más interesante de este trabajo es que la ubicación regional
y el sexo desempeñaron un papel fundamental en la determinación de la respuesta de
células madre neuronales al consumo de etanol".

2 comentarios:

  1. Me parece un buen tema el que ha escogido mi compañera Sol ya que muchos jóvenes hoy en día consumen por gusto alcohol y algunas drogas o sustancias cancerígenas que no pensamos en que nos hacen mucho daño en el organismo y también causan daños genéticos irreversible a la reserva de células madre del cerebro. La información está muy bien organizada/repartida y creo que la esta está bastante completa y utiliza un vocabulario adecuado. Aunque la expresión y el contexto sean bastante buenos destaco algunas faltas de ortografía cometidas y la falta de curiosidades.

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  2. Se dice que los excesos son malos, y el alcohol no se libra de esto. El consumo excesivo de alcohol es un claro enemigo de la salud que provoca unas 3,3 millones de muertes al año y cumple un papel fundamental en más de 200 enfermedades, como el cáncer, la cirrosis hepática o algunos tipos de demencia, según la OMS (Organización Mundial de la Salud). Es cierto que algunos estudios apoyan que el uso moderado de alcohol tiene efectos beneficiosos para la salud. De hecho, investigaciones llevadas a cabo en el año 1999 demuestran que el consumo moderado de alcohol (básicamente de vino tinto) disminuye el riesgo de embolia, pero consumir elevadas cantidades de alcohol aumenta el riesgo de ataques. Aún así, a la larga, beber excesivamente puede tener consecuencias en la salud como: pérdida del apetito, deficiencia vitamínica, mala digestión de alimentos, problemas de piel, impotencia sexual, obesidad, problemas del sistema nervioso central, pérdida de memoria, desórdenes psicológicos. Y a su vez, aparecer enfermedades tales como algunas mencionadas anteriormente: cirrosis hepática, pancreatitis, cáncer de labio, de boca, de laringe, de esófago y de hígado.
    Como bien indica en la entrada: “la población juvenil inicia el consumo a edades cada vez más tempranas”. La Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Estudiantes de Enseñanzas Secundarias muestra datos muy significativos sobre el alcohol y la adolescencia, siendo destacable la edad de inicio en el consumo de bebidas alcohólicas en la juventud: 13/14 años. Sin duda, son muchas las preocupaciones que genera un tema como el alcohol y la adolescencia, ya que es una etapa en la que la moderación y el control están un poco omitidos. Y es que, la ingesta abusiva de alcohol puede interferir en el desarrollo de los adolescentes, conlleva consecuencias negativas en su salud física y psicológica. Una intoxicación etílica grave puede desembocar en coma, llegando incluso a provocar la muerte.
    Tal y como comenta mi compañera Soledad, el ADN no se libra de los efectos y consecuencias de un ingesta reiterada e incontrolada de alcohol. En un estudio con ratones, tras darles alcohol diluido, químicamente conocido como etanol, utilizaron el análisis cromosómico y la secuenciación del ADN para examinar el daño genético causado por el acetaldehído, un químico dañino que se produce cuando el cuerpo procesa el alcohol, descubriendo que el alcohol dañaba el ADN en las células madre formadoras de sangre a causa de este subproducto del proceso de metabolización del alcohol, el acetaldehído.
    De este modo, el acetaldehído puede dañar y causar roturas de cadena doble en el ADN dentro de estas células, alterándolas permanentemente.

    Desde mi punto de vista, Soledad ha reflejado a la perfección los riesgos que conllevan el consumo de bebidas alcohólicas en nuestro organismo y de este modo, concienciado a todos sus demás compañeros, que se encuentran como ella, en la adolescencia, etapa en la que el consumo del alcohol va aumentando progresivamente. Las ideas que ha introducido en la entrada están muy bien organizadas y redactadas, lo que hace que sea cómoda la lectura e incluso interesante. Es cierto, que a mejorar, podría haber añadido más fotos para que fuese más digerible y atractiva la entrada. Como sugerencia, la próxima vez, estaría bien que incluyeses curiosidades.

    Un saludo.



    Bibliografía:
    https://www.farmaceuticonline.com/es/familia/451-alcohol?start=2
    https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2017/06/07/5936cea746163ff03e8b4596.html
    https://www.areahumana.es/el-alcohol-y-la-adolescencia/
    https://www.muyinteresante.es/salud/articulo/el-alcohol-provoca-un-dano-permanente-en-el-adn-y-aumenta-el-riesgo-de-cancer-461515057840

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