Terremotos: Escala de Richter y de Mercalli



Escala Richter y escala Mercalli

La escala de Richter
También conocida como escala de magnitud local, asigna un número para cuantificar la energía liberada en un terremoto, mide la fuerza de los terremotos de acuerdo a su magnitud, es decir, la cantidad de energía liberada durante el mismo y se denomina así en honor del sismólogo estadounidense Charles Francis Richter quien la creó en 1935.
 
La escala de Mercalli
Es una escala de 12 grados desarrollada para evaluar la intensidad de los terremotos a través de los efectos y daños causados a distintas estructuras. Debe su nombre al físico italiano Giuseppe Mercalli, quien la desarrolló en el siglo XIX. Esta es una medición subjetiva de la intensidad del movimiento, la que evalúa la percepción humana del sismo.
Sirve para recolectar información en zonas donde no existen aparatos detectores, o instrumentos de medición al recopilar información de las personas que vivieron el evento.
 
Escalas de magnitud e intensidad
La medición de los terremotos se puede hacer siguiendo varias escalas de terremotos, la más conocida de ellas es la escala Richter (escala de magnitud local, ML). Mide la magnitud del terremoto y consta de 9 grados, cada uno de los cuales supone una liberación de energía diez veces superior al grado anterior. Por ejemplo el terremoto de Chile de 1960 tuvo 9,5 grados en la escala Richter, siendo uno de  los peores terremotos en la historia Esta escala fue desarrollada en los años 30 por Charles Richter para medir el tamaño de los seísmos que ocurrían en el sur de California. Pero, a medida que se fueron instalando más sismógrafos en el mundo, se hizo evidente que la escala de Richter sólo era válida para ciertas frecuencias y se desarrollaron nuevas escalas de magnitud, como la magnitud de ondas de cuerpo (Mb) y la magnitud de ondas superficiales (Ms). Aún así, seguían existiendo limitaciones y se desarrolló otra escala, la escala sismológica de magnitud de momento (Mw). Para los terremotos más grandes, esta escala es la que ofrece la estimación más certera de su tamaño. Las escalas de magnitud miden el tamaño del seísmo en la fuente, así que no dependen de dónde se haga la medición.
 
      Las escalas de intensidad, como la escala de Mercalli Modificada, mide el daño producido a las estructuras y la sensación percibida por los afectados. Así, la intensidad del seísmo varía según dónde se mida. A veces, para referirse a un mismo sismo se utiliza la máxima intensidad que se ha registrado.
 
A cada terremoto se le asigna un valor de magnitud único, pero la evaluación se realiza, cuando no hay un número suficiente de estaciones de medición, principalmente basada en registros que no fueron realizados en el epicentro sino en puntos cercanos. De allí que se asigne distinto valor a cada localidad o ciudad e interpolando las cifras se consigue ubicar el epicentro. Para entender mejor estos conceptos es necesario comprender qué es un terremoto.

Para que un terremoto sea destructivo, en primer lugar se debe considerar su tamaño, la profundidad del foco (superficial, intermedio o profundo) y su distancia con relación a la ciudad más próxima que pueda ser afectada. Sin embargo, un terremoto en sí no es destructivo. Su potencial dependerá únicamente de factores como el tipo de suelo sobre el cual se ha levantado la ciudad,  tipo de construcción, normas de expansión urbana, edad de las construcciones y señalización de seguridad en las viviendas y edificaciones.

Sismógrafos o sismómetros

Un sismómetro o sismógrafo es un instrumento para medir terremotos o pequeños temblores. Se suelen colocar en las zonas de alta sismicidad. Pero los sismógrafos son también usados para detectar explosiones de pruebas nucleares o para hacer mapas del interior de la Tierra.

Los sismómetros pueden ser horizontales, verticales o astáticos (que tienen péndulo invertido). Pero además se les dan otros nombres dependiendo del medio en el que se usan, el caso de los usados en tierra son llamados geófonos y los usados en agua, son hidrófonos. Existen también los sismómetros del fondo oceánico (OBS, por sus siglas en ingles).

En la actualidad los sismógrafos son electromagnéticos, recogiéndose el registro de los movimientos en cintas magnéticas que se pueden procesar y digitalizar por medio de ordenadores. Mediante diversas observaciones y la comparación de datos de diferentes observatorios, se pueden trazar sobre un mapa unas líneas que unen los puntos en que se ha registrado el fenómeno con la misma intensidad y otras que unen todos los puntos en que la vibración se aprecia a la misma hora.
En cada observatorio debe haber diferentes tipos de sismógrafos para que sea posible apreciar todas las particularidades de cualquier movimiento sísmico.
Daños causados por los terremotos
Los daños ocasionados por los terremotos no son siempre los mismos, ni la intensidad ni la repercusión tampoco. Aunque el registro en las distintas escalas es por sí sólo un factor determinante de la gravedad y de las consecuencias dañinas de un terremoto deben tenerse en cuenta otros factores como la duración de las sacudidas, el desplazamiento y agrietamiento del terreno, así como el propio contexto arquitectónico, urbanístico, rural y socio-económico o poblacional donde se produce. No es lo mismo un terremoto que se produce en pleno desierto que aquel cuyo epicentro se sitúa en los alrededores de una concurrida ciudad, al igual que un mismo terremoto no produce iguales consecuencias en los barrios más desfavorecidos de una ciudad (construcciones deficientes, materiales endebles) que en las zonas cuyas edificaciones cuentan con los últimos adelantos para prevenir desastres de este tipo.
Un seísmo puede deber su efecto destructivo a otros fenómenos asociados al mismo y no propiamente a los temblores de tierra además es conveniente saber si vivimos en una zona sísmica y si es así debemos saber qué hacer en caso de terremotos.
Las zonas con mayor movimiento sísmico son los lugares que se encuentran en el límite de las placas  y algunos de los países con más actividad sísmica son entre otros: Japón, China, Estados Unidos (Alaska) y USA (California, Falla de San Andrés).


Qué hacer durante un terremoto

Si está adentro
  • Échese al piso; busque refugio debajo de un escritorio, mesa o banco, o contra una pared interior, y agárrese hasta que el temblor cese. Si no hay una mesa o escritorio cerca de usted, cúbrase la cara y la cabeza con sus brazos y agáchese en una esquina interior del edificio.
  • Manténgase alejado de vidrios, ventanas, puertas exteriores o paredes y de todo lo que pueda caerse, tal como lámparas y muebles.
  • Si está en la cama, quédese ahí y agárrese, y protéjase la cabeza con una almohada, a menos que esté debajo de una lámpara de techo que pueda caerse. Si ese es el caso, muévase a un lugar seguro.
  • Los marcos de las puertas sólo deben usarse como refugio si están cerca de usted y usted sabe que es una puerta de carga apoyada fuertemente.
  • Permanezca adentro hasta que el temblor cese y sea seguro salir afuera. La mayoría de las lesiones durante los terremotos ocurren cuando objetos caen sobre la gente al entrar o salir de los edificios.
  • NO use los ascensores.
  • Esté consciente de que la electricidad podría interrumpirse y los sistemas de rociadores de incendios podrían activarse.
Si está afuera
  • Quédese ahí.
  • Aléjese de los edificios, las luces de la calle y los cables de electricidad.
  • Una vez al aire libre, permanezca ahí hasta que pase el temblor. El mayor peligro existe directamente fuera de los edificios, en las salidas y cerca de las paredes exteriores. Muchas de las 120 víctimas fatales del terremoto de 1933 de Long Beach fueron a causa de que la gente salió corriendo solo para ser asesinado por los escombros del colapso de las paredes. El movimiento del suelo durante un terremoto es rara vez la causa directa de muertes o lesiones. La mayoría de los accidentes relacionados a terremotos son a causa de colapsos de las paredes, cristales rotos, y la caída de objetos.
Si está en un vehículo en movimiento
  • Deténgase tan rápido como la seguridad lo permita y quédese dentro del vehículo. Evite detenerse cerca o debajo de edificios, árboles, puentes o cables eléctricos.
  • Proceda cautelosamente, observando la carretera y los puentes para ver si tienen daños.
Si se queda atrapado en los escombros
  • No encienda un fósforo.
  • No se mueva ni levante polvo.
  • Cúbrase la boca con un pañuelo o la ropa.
  • Dé golpes en un tubo o la pared para que los rescatadores puedan encontrarlo. Use un silbato, si tiene uno. Grite solamente como un último recurso, ya que gritar puede causar que inhale cantidades peligrosas de polvo.
BIBLOGRAFÍA:
http://cienciageografica.carpetapedagogica.com/2011/09/escala-richter-y-escala-mercalli.HTML
http://www.angelfire.com/ri/chterymercalli/
http://m.fema.gov/es/during-earthquake
http://www.rincondelvago.com/informacion/terremotos/que-es-la-escala-Richter
 

Araceli Paz
4ºB  Nº20






 

 


 
 
 

 
 

 
 
 

 
 
 

1 comentario:

  1. Muy buen trabajo Araceli. Como muy bien has dicho, la escala de Richter mide la cantidad de energía liberada en forma semilogarítmica, es decir, que cada aumento en la escala supone un aumento de 10 veces más de energía. Lo que significa esto es que por ejemplo un terremoto de grado 8 en la escala de richter no es el doble que un terremoto de grado 4, ¡sino que es 10000 veces mayor! También es importante hacer referencia a la energía liberada en los terremotos en la escala de Richter, donde un terremoto de grado 4 tiene la energía de una bomba atómica de Hiroshima, que redució a cenizas a esta ciudad, y, teniendo en cuenta que es una escala logaritmica nos vale para saber que por ejemplo un terremoto de grado 6 desprende una energía equivalente a 100 bombas atómicas. Esto nos hace reflexionar acerca de la increíble fuerza que liberan los terremotos. Otra cosa digna de mencionar es que la escala de Mercalli es una escala proporcional en la que un terremoto de intensidad IV es el doble que un terremoto de intensidad II. Además, esta escala debe expresarse en números romanos. En general me ha parecido un trabajo muy completo y que es bastante interesante y quien sabe si en un futuro no muy lejano nos sea útil para sobrevivir a terremotos. Esperemos que no


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