1.
Los cangrejos ermitaños del género Dardanus han
establecido una relación mutualista con la anémona Calliactis parasitica. Las
anémonas son animales sésiles, esto es que no se pueden mover, viven fijas a un
sustrato. Gracias a vivir encima de la concha de estos cangrejos pueden
desplazarse. A cambio, sus potentes y venenosos tentáculos defienden al
cangrejo de sus depredadores más temidos, como el pulpo.

3.
Por último, el ejemplo más llamativo: las
estaciones de limpieza que existen en
los arrecifes, donde acuden muchas especies de peces o de otros animales marinos
a que otros peces o crustáceos les limpien sus parásitos. Los que acuden a
estas estaciones quedan libres de parásitos o de tejido muerto de heridas y a cambio
los limpiadores obtienen alimento. En la imagen podemos ver cómo la morena deja
que el pequeño camarón limpie sus afilados dientes sin que a éste le ocurra
nada. Es un ejemplo perfecto de este tipo de relación.
El término simbiosis hace referencia a una relación estrecha
que se establece entre dos especies. Si ambas obtienen un beneficio hablamos de
mutualismo; si una obtiene un beneficio pero la otra se queda igual hablamos de
comensalismo y si una especie obtiene un beneficio a costa de perjudicar a la
otra hablamos de parasitismo. De hecho, muchas de las relaciones son tan
estrechas que las dos especies se necesitan para poder vivir.
Charo Rodríguez Pérez
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