Estas especies se han adaptado a gran velocidad a las nuevas circunstancias, siempre mutando, como un cambiaformas.
Pingüino Adelaida: vive en la Antártida. El análisis de un ADN de hace 6.000 años revela que han evolucionado de dos a siete veces más rápido de lo que cabría esperar, tal vez de resultas del cambio climático.
Tuátara: vive en Nueva Zelanda. Su ADN puede cambiar en respuesta a variaciones medioambientales casi imperceptibles.
Zosterops vanikoro: se adaptan muy fácilmente. Sólo en las Islas Salomón existen 13 especies de Vanikoro, con diferentes tamaños, picos y colores en los ojos y las patas.
Ratón ciervo: vive en Norteamérica. En general, los ratones de campo tienen el pelaje oscuro para camuflarse mejor. Estos ratones viven en zonas arenosas y una rápida evolución genética los ha hecho más claros.
Cíclido: vive en Nicaragua. En apenas cien años, una especie de cíclido se ha dividido en dos, una con labios delgados y otra con labios gruesos, para poder alimentarse en rocas punzantes sin lesionarse.
Polilla del abedul:Ya esta especie nos la explicó Marta Millán, pero como resulta un caso claro de este proceso, vuelvo a destacarla. Vive en las islas británicas. En los últimos doscientos años, esta polilla se ha vuelto más oscura para camuflarse mejor en un entorno cada vez más sucio por la contaminación.
Y, por supuesto, como bonus track, no podemos olvidarnos del ser humano, que también entra holgadamente en las especies de rápida evolución, tal y como explica el libro Listamanía:
Hace cinco millones de años que nos separamos de otros simios y hemos evolucionado rápidamente, adaptándonos a nuestro entorno. Por ejemplo, se cree que la piel de los europeos se aclaró hace sólo 10.000 años, para poder absorber más vitamina D durante los días con menos luz solar.
¡Muy interesante! Y pensar que muchas veces nos creemos el ombligo del mundo o simplemente nos consideramos más perfectos que las demás especies... Entradas como esta nos hacen ver que muchas veces estamos muy equivocados, pues ninguna especie es perfecta sino que se adapta al medio buscando la supervivencia;y es esta una de las partes de la evolución que más me llaman la atención, el proceso por el cual las especies se adaptan a un nuevo medio debido a nuevos cambios e incluso la aparición de nuevas especies.
ResponderEliminarMe llama mucho la atención la capacidad que tenemos los seres vivos de adaptarnos al medio mediante mutaciones buscando la supervivencia y no nuestra extinción o desaparición. Esto me lleva a pensar que con los cambios que está sufriendo el medioambiente por nuestra culpa, si seguimos destruyendo nuestro planeta, ¿será capaz nuestra especie de sobrevivir adaptándose a un planeta destruído? Desde mi punto de vista si hablásemos de justicia, no nos mereceríamos que nuestra especie continuara, ya que seriamos culpables de todas aquellas que desaparecerían. Y retomando el comentario anterior de Carmen, no somos el centro ni el ombligo del mundo, por lo que también me lleva a preguntarme que cuáles de las especies existentes serían capaces de adaptarse y sobrevivir en ese futuro planeta. ¡Salvémos a las especies! Muchas de ellas están en nuestras manos.
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