David Livingstone nace sin ser todavía
consciente de cuál sería su trayectoria. Un poco más tarde, en su infancia,
descubre su admiración por la naturaleza y la necesidad de viajar, crecer y
hacer crecer su pasión. Decide lanzarse, como misionero, a
descubrir nuevos horizontes. En 1841 llega a África, lugar en el que
pasará el resto de su vida.
El Dr. Livingstone recorre durante ocho
años la región del África del Sur. Durante esos años descubre, entre otros, el
lago Ngami y las cataratas Victoria. Estos descubrimientos habrían
sido suficientes para cualquier explorador, pero Livingstone no se contentaba
fácilmente. En 1865 recibió el encargo de realizar su exploración más
importante: el descubrimiento del nacimiento del río Nilo.
La última expedición de Livingstone tuvo como resultado su desaparición.
Nadie conoció su paradero durante varios años y el periódico New York Herald
envió a Henry Stanley a buscarle. Tras un largo periodo de
búsqueda, Stanley encontró al Dr. Livingstone en el lago Victoria, a quien se
presentó con la famosa frase “Dr. Livingstone, supongo”. El Dr.
había encontrado las fuentes de las que surgía el gran río Nilo, y se
encontraba dispuesto a abrazar la última etapa de su vida. Tanto la exploración
como el impactante descubrimiento, ataron tanto al Dr. Livingstone a África que
nunca volvió a Inglaterra.
http://www.youtube.com/watch?v=Hz9tIMM5T58
Bibliografía:
http://supongo.es/about/
http://blogs.elpais.com/africa-no-es-un-pais/2013/03/el-doctor-livingstone-por-supuesto.html
Alicia Ruiz Guerrero
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